La Mujer Samurai
Para encontrar los casos más conocidos de mujeres guerreras
en Japón, nos tenemos que remontar a la época feudal, que coincide en el tiempo
con la Edad Media europea. La sociedad nipona estaba perfectamente estructurada
en clases jerarquizadas, en la cúspide estaban los señores feudales y sus
samurai que pertenecían a la clase de los guerreros, las mujeres que nos
interesan por su conocimiento de las artes marciales, pertenecerían a esta
clase social y el entorno de padres o maridos samurai. Es una época que se
basaba en los enfrentamientos entre diferentes clanes por el control militar de
los territorios y tratar de aumentar el territorio señorial (casi siempre
perteneciente a una familia concreta).

Entonces tenemos que decir que las mujeres de esta clase de
los guerreros, no contaban con la libertad de los casos que hemos visto
anteriormente, era una sociedad en la que la mujer estaba en un segundo plano,
ya que la referencia y la cabeza de familia era el hombre. No obstante, al
igual que otros grupos guerreros a lo largo de la historia, las mujeres se
quedaban largos períodos de tiempo al cargo del hogar. Si el marido se
encontraba en la casa, ella debía encargarse del bienestar del marido y de los
hijos, de la economía familiar y otros muchos asuntos del hogar, aunque
dependiendo directamente del hombre. Pero hay una cosa que difiere mucho de
otros entornos desfavorables para la mujer, y es que estas mujeres también
recibían desde muy jóvenes instrucción militar, por ejemplo, eran expertas en el arco y las flechas, para
el cuerpo a cuerpo utilizaban la Naginata (que era una lanza en cuyo extremo
superior tenía una cuchilla muy afilada del tamaño de un machete) y finalmente
la espada o Katana. Al igual que los hombres también tenían un suicidio ritual
parecido al harakiri, pero que lo hacían con un corte certero en la yugular.
Sus valores o códigos de conducta eran la humildad, la obediencia, el
autocontrol, la fortaleza y la lealtad.

Finalmente Yoshinaka fue declarado de traidor y rebelde, y
muy pronto los ejércitos imperiales se enfrentaron en la Batalla de Awazu en el
1184. Tomoe se encontraba allí con su marido, pronto la inferioridad numérica
se hizo patente y Yoshinaka le ordenó a su esposa que salvara la vida, está así
lo hizo pero dice la leyenda que en la huida se llevó por delante la vida de
una treintena de guerreros e incluso que decapitó a un oficial enemigo. Otra
versión dice que murió en aquel campo de batalla junto a su marido, mientras
que otra dice que abandonó las armas para siempre y se convirtió en monja
budista.
Esto es lo que decía el cronista Monogatari en "El cantar de Heike":
'Tomoe
era especialmente hermosa, de piel blanca, pelo largo y bellas facciones.
También era una excelente arquera, y como espadachina era una guerrera que
valía por mil, dispuesta a confrontar un demonio o un dios, a caballo o en pie.
Domaba caballos salvajes con gran habilidad; cabalgaba por peligrosas
pendientes sin rasguño alguno. Cuando quiera que una batalla era inminente,
Yoshinaka la enviaba como su primer capitán, equipada con una pesada armadura,
una enorme espada y un poderoso arco; y ella era más valerosa que cualquiera de
sus otros guerreros.'
Estas son algunas de las historias en las que las mujeres
fueron protagonistas en el campo de batalla, hemos visto además como tanto en
sociedades más abiertas y en otras más estructuradas las mujeres fueron
protagonistas. La cuestión es que la historia le debe mucho a las mujeres que
han sido tradicionalmente apartadas y olvidadas pero que estuvieron ahí,
lamentablemente esto hace real lo de que "la historia la escriben los
vencedores y los hombres", hay que intentar de una vez por todas acabar
con este lastre y situar a las mujeres en el lugar que les corresponde en la
historia, darle más cancha en el presente y tratar de eliminar todas las
desigualdades entre hombres y mujeres en la sociedad del futuro.
[Quiero dedicar este
post a las mujeres de mi vida, esas guerreras que me dan fuerza para seguir
adelante en esta batalla que es la vida]
HECTOR DE TROYA.
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