Pueden forzarte a decir cualquier cosa, pero no hay manera de que te lo hagan creer. Dentro de ti no pueden entrar nunca.

George Orwell






domingo, 12 de mayo de 2013

LAS CHICAS SON GUERRERAS ( 2º PARTE )


-La mujer de la tierra de los vikingos

La era vikinga  comenzó allá por el siglo VIII y  terminaría aproximadamente en el siglo XI, fue una época de expansión de los pueblos de Escandinavia. Era una cultura dividida en clases que luchaban por la hegemonía del territorio y que pronto vieron la necesidad de expandirse más allá. En un principio su sociedad se basaba en la ganadería, eran dueños de granjas que se convertían en la base de su sustento, pronto comenzaron a expandirse por medio del comercio (los suecos llegaron a Constantinopla o a Bagdad) y también del saqueo y de la guerra que era otra de sus especialidades (en ocasiones algo exagerada por el cine). La aldea solía estar dividida entre libres y esclavos,  entre los primeros el jefe tribal estaba en la cúspide pero su poder dependía directamente de una Asamblea de guerreros (normalmente hombres), entre el resto de la población libre destacaban ganaderos, artesanos y juglares, a la que también pertenecían las mujeres. En lo más bajo que estaba los esclavos que solían ser capturados en los saqueos o en las guerras que realizarán.

Puede parecer a simple vista que la mujer ocupaba un lugar secundario en una sociedad con esta estructura, pero su papel era imprescindible debido a las largas ausencias de los guerreros, por eso ellas serán las encargadas de la granja y de la economía por lo que siempre llevaban llaves colgando (símbolo de su dominio sobre el hogar). A diferencia de las mujeres celtas, su matrimonio era concertado a la edad de 14 o 15 años, aunque en su caso también podían optar por el divorcio alegando impotencia o homosexualidad del marido. Aún así por una necesidad social las mujeres que eran instruidas en el manejo de las armas, e incluso las mujeres que todavía no habían contraído matrimonio se les permitía combatir en las batallas, acudir a  las misiones de sabotaje o incluso capitanear alguno de sus barcos (el drakkar).

Éstas también cuidaban mucho su aspecto, vestían vestidos de lana o lino, se recogían colectas o trenzas y las casadas se ataban a la nuca  una cinta, mientras que las solteras llevaban el pelo suelto. Pero había otros casos en las que preferirían el atuendo de guerreras,  muchas veces su carrera militar fue interrumpida por el matrimonio, las guerras internas de los diferentes clanes escandinavos hacían necesario que alguien cuidará de la aldea y de los bienes del grupo.

Hay muchos ejemplos en las sagas sobre mujeres guerreras, como ejemplo nos pueden valer las del  cronista danés Saxo Gramaticus. Nos cuenta cómo en una guerra  entre los reyes de Dinamarca y Suecia, 300 mujeres comandadas por una tal Visna combatieron del lado danés con pequeños escudos y largas espadas. Para no complicarnos demasiado con los nombres escandinavos y nos extendamos demasiado, pondremos el ejemplo que nos dan las crónicas de este hombre, la que nos habla de una mujer guerrera llamada Alwilda que vivió en el siglo V y que está un poco difusa entre la historia y la leyenda.

La princesa de una pequeña isla cerca de Dinamarca decidió tomar el camino de los guerreros a pesar de los mandatos de su padre, junto a un grupo de mujeres  empezó a destacar en los campos de batalla, en los saqueos que realizaban en la zona, hasta que su padre aceptando una oferta del rey de Dinamarca decidió que debía casarse con el príncipe Alf, un joven y prestigioso príncipe danés. No obstante Alwilda decidió hacer caso omiso de su padre y junto a su grupo de mujeres, que le habían sido fieles, embarcó rumbo a la aventura, lejos del destino que su padre le tenía preparado.

Llegaron a una isla y se encontraron con unos piratas que habían perdido a su capitan, no sabemos por qué, pero resulta que eligieron a la joven princesa como capitana, muy pronto sus correrías fueron haciendose importantes a lo ancho del mar báltico, poco a poco fueron creando una gran flota pirata que comenzó a preocupar al rey de Dinamarca, que envió a su conocido hijo a eliminar las naves enemigas. Obviamente ninguno de los dos conocía al capitán de dichos piratas y menos aún que se trataba de la antigua prometida del príncipe.

Pronto las flotas danesas y piratas se encontraron e iniciaron una sangrienta batalla, los dos barcos capitanes chocaron entre ellos, los espolones hicieron su trabajo y crearon un entrelazado de maderas como soporte de los duros enfrentamientos cuerpo a cuerpo. El príncipe Alf decidió retar a un combate singular al capitán pirata con el fin de terminar con la batalla de una vez por todas, Alwilda ataviada totalmente como un guerrero aceptó el desafío, lucharon durante largo tiempo pero finalmente la fuerza bruta del danés hizo que la guerrera perdiera su espada quedando así a su merced. Como los vikingos respetaban mucho la fuerza y la valentía,  el príncipe pidió a su enemigo que mostrara su rostro, entonces bajo el casco apareció la que había sido su prometida, acto seguido le perdonó la vida y terminaron casándose. En otras versiones acabó con su vida y en otras terminó convirtiéndose en la reina de Dinamarca.

 

No hay comentarios:

Publicar un comentario