Pueden forzarte a decir cualquier cosa, pero no hay manera de que te lo hagan creer. Dentro de ti no pueden entrar nunca.

George Orwell






viernes, 8 de marzo de 2013

VASCOS DE LA ANTIGUEDAD



 

En el siglo XVII a. C. Los pueblos provenientes del interior de Europa llegaron al este de la península ibérica, eran los famosos y a la vez desconocidos "celtas". Debido a la presión guerrera a la que fueron sometidos por los iberos, se fueron desplazando hacia el oeste y se  acercaron poco a poco a nuestras provincias de Guipúzcoa y Vizcaya, además de toda la zona montañosa desde Cantabria hasta Galicia. En un principio eran un grupo de tribus que compartían origen, lenguaje, cultura y creencias. Las tribus que ocupaban nuestros territorios de Euskal Herria eran principalmente tres; los Autrigones (que habitaban en una franja desde la actual Castro Urdiales hasta el Nervion), los Caristios (del Nervion al río Deba) y los Várdulos (del Deba al río Bidasoa). Por lo que según algunos autores no trajeron consigo el euskera, que adoptarían de sus relaciones con sus vecinos  los Vascones, por lo que el euskera puede ser un idioma íbero que ha perdurado hasta nuestros días. Todavía hoy en día se pueden encontrar algunos símbolos de origen celta que indican esta realidad, como por ejemplo el lauburu.

Mucho tiempo después, en el año 218 a. C. la poderosa Roma desembarco parte de su poder militar en la costa catalana con la intención de cortar los suministros de los cartagineses a los que se enfrentaban por el control del Mediterráneo. Aunque una vez que terminaron estos enfrentamientos con el enemigo africano, decidieron quedarse en el territorio de la península ibérica centrándose especialmente en el levante y Andalucía que consiguieron romanizar con relativa facilidad. Los primeros problemas  los encontraron con los pueblos Celtiberos, esto lo conformaban una serie de tribus relacionadas entre sí tiempo atrás y que eran la mezcla entre algunos de los antiguos celtas y los iberos, habitaban en la zona norte de Portugal, la meseta y la Rioja entre otros. Los Vascones se posicionaron rápidamente con los romanos, viendo su diferencia armamentística y organizativa con lo que pasaron a formar parte del ejército romano como tropas auxiliares. De esta manera se producen una serie de enfrentamientos entre las fuerzas imperiales romanas y las Celtiberos que finalizan con la victoria de los primeros en Numancia en el 133 a. C., a los romanos les hicieron falta 60,000 hombres para reducir a los feroces defensores.

Mientras tanto las tribus de nuestro territorio seguían instauradas en la vertiente norte de la cordillera cantábrica, prácticamente ajenos a estos acontecimientos, aunque lo bastante cercanos como para tener la influencia de los romanos, que traían el latín, y de los Vascones. No es cierto que los pueblos de las montañas resistieran ferozmente a los romanos, cuando  quisieron, las fuerzas romanas se introducían en estos territorios con el fin de controlar zonas que tuvieran importancia por sus recursos naturales, ya que se conocen restos de calzadas romanas.

Finalmente en el siglo I d. C., el propio emperador Augusto se puso al mando de sus ejércitos para conquistar los territorios montañosos, en lo que se conoce como las guerras cántabro -astures. Ya en estas guerras, tanto Autrigones, Caristios como Várdulos  estaban con mayor grado de aceptación hacia los romanos y muchos de ellos pasaron a formar parte de las tropas auxiliares romanas, incluso posteriormente aparecen  en las guerras contra los germanos tiempo después.

De esta época del emperador Augusto, es el escrito de este historiador griego llamado Estrabón, cuando lo podais leer os daréis cuenta de que trabajaba para Roma y de la idea que tenían los conquistadores sobre los pueblos que habitaban el litoral cantábrico, generaliza muchísimo y señala que fueron los romanos los que trajeron la civilización. Esto me suena de otros imperios que en nuestros días quieren llevar la "democracia" a los lugares que conquistan, en fin, que poco hemos cambiado. Tampoco os perdáis el mapa que dibujó el propio Estrabón y fijaros en lo curioso que es, en las formas en las que traza la geografía de la península ibérica.

 

"Los últimos son los ártabroi, que habitan cerca del cabo que llaman Nérion (Nervion), donde se une el lado occidental y el septentrional. […]

[…] En la región sita entre el Tágos (Tajo) y el país de los ártabroi habitan unas treinta tribus. Esta región es naturalmente rica en frutos y en ganados, así como en oro, plata y muchos otros metales; sin embargo, la mayor parte de estas tribus han renunciado a vivir de la tierra para medrar con el bandidaje(184), en luchas continuas mantenidas entre ellas mismas, o atravesando el Tágos, con las provocadas contra las tribus vecinas. Pero los rhomaíoi (romanos), poniendo fin a este estado de cosas, las han obligado en su mayoría a descender de las montañas a los llanos, reduciendo sus ciudades a simples poblados, mejorándolos también con el establecimiento de algunas colonias entre ellos. El origen de tal anarquía está en las tribus montañesas, pues habitando un suelo pobre y carente de lo más necesario, deseaban, como es natural, los bienes de los otros. Mas como éstos, a su vez, tenían que abandonar sus propias labores para rechazarlos, hubieron de cambiar el cuidado de los campos por la milicia, y, en consecuencia, la tierra no sólo dejó de producir incluso aquellos frutos que crecían espontáneos, sino que además se pobló de ladrones. […]

[…] Todos los habitantes de la montaña son sobrios: no beben sino agua, duermen en el suelo, y llevan cabellos largos al modo femenino, aunque para combatir se ciñen la frente con una banda(188). Comen principalmente carne de cabrón; a Áres sacrifican cabrones, y también cautivos y caballos; suelen hacer hecatombes de cada especie de víctima, al uso griego, y por decirlo al modo de Píndaros, "inmolan todo un centenar". Practican luchas gýmnicas, hoplíticas e hípicas, ejercitándose para el pugilato, la carrera, las escaramuzas y las batallas campales. En las tres cuartas partes del año los montañeses no se nutren sino de bellotas, que, secas y trituradas, se muelen para hacr pan, el cual puede guardarse durante mucho tiempo. Beben "zýthos", y el vino, que escasea, cuando lo obtienen se consume en seguida en los grandes festines familiares. En lugar de aceite usan manteca(189). Comen sentados sobre bancos construidos alrededor de las paredes, alineándose en ellos según sus edades y dignidades; los alimentos se hacen circular de mano en mano; mientras beben, danzan los hombres al son de flautas y trompetas, saltando en alto y cayendo en genuflexión. En Bastetanía las mujeres bailan también mezcladas con los hombres, unidos unos y otros por las manos(190). Los hombres van vestidos de negro, llevando la mayoría el "ságos"(191), con el cual duermen en sus lechos de paja. Usan de vasos labrados en madera, como los keltoí(192). Las mujeres llevan vestidos con adornos florales. En el interior, en lugar de moneda practican el intercambio de especies o dan pequeñas láminas de plata recortadas(193). A los criminales se les despeña, y a los parricidas se les lapida, sacándolos fuera de los límites de su patria o de su ciudad. Se casan al modo griego. Los enfermos, como se hacía en la Antigüedad entre los assýrioi, se exponen en los caminos para ser curados por los que han sufrido la misma enfermedad(194). Antes de la expedición de Broútos, no tenían más que barcas de cuero para navegar por los estuarios y lagunas del país; pero hoy usan ya bajeles hechos de un tronco de árbol, aunque su uso aún es raro. Su sal es purpúrea, pero se hace blanca al molerla(195). Así viven estos montañeses, que, como dije, son los que habitan en el lado septentrional de Ibería; es decir, los kallaikoí, ástoures y kántabroi, hasta los ouáskones (vascones) y el Pyréne, todos los cuales tienen el mismo modo de vivir(196). […]"

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