En esta segunda entrega nos sumergimos en el origen de la
cultura árabe y la nueva religión que a posterior se extendería en tiempo
record por Europa, Asia y África. Realmente se verá como un comerciante llamado
Mahoma cambia el papel del pueblo árabe, hasta entonces su importancia era
secundaria frente a imperios como Roma, Bizancio o Persia al norte de los
asentamientos árabes.
Lo primero que tenemos que conocer es la geografía de la
península arábiga. La imagen que tenemos de la zona es el desierto, los
beduinos y las haimas, y no estamos equivocados, pues al menos tres cuartas
partes es terreno desértico. Diríamos que el centro de la península es arena
rodeado por una franja montañosa cercana al Mar Rojo y al sur del territorio.
Son estas dos costas zonas fértiles, donde se situaron las poblaciones humanas.
Otro punto fértil es el noreste,
cerca de los ríos Tigris y Éufrates. Justamente en el extremo noroeste se
encuentra la ciudad de Damasco, otro punto poblacional. En cambio en el
interior desértico vivían las tribus beduinas,
pueblo nómada que vivía trasladando sus ganados de oasis a oasis.
Si tenemos que hablar del origen
de la religión islámica, tenemos que mencionar al profeta Mahoma. Nació en el
570 en la Meca, como miembro de la tribu Quraihs, gobernantes de la ciudad y
pronto caso con una rica viuda para la que trabajaba en las rutas caravaneras.
Aquella sociedad practicaba una religión animista que rezaba a ídolos como la
Kaaba, una roca símbolo del actual Islam.
El problema surge cuando según la
leyenda, a Mahoma se le aparece el arcángel Gabriel en el 610 y le anuncia que
es el último profeta de la verdadera fe, tras otros como Abraham, Moisés o Jesús.
Empieza a predicar la nueva fe en la ciudad de la Meca, pero en aquella
sociedad tan cerrada se ganó la enemistad de las elites, incluido su propio
clan. Finalmente es expulsado con sus seguidores a Medina, viaje conocido como
la Hégira.
Para no alargarme, decir que se
iniciaron una serie de batallas mientras la influencia de Mahoma crecía en la
región, se convirtió en el líder político y religioso de la comunidad. Así tras
formar algunas alianzas con tribus islamizadas formaron una fuerza de 10000
hombres, en el 628 conquistaron la Meca destruyeron los ídolos de la kaaba. Así
que la nueva religión se impone en toda Arabia.
Fijaros que tras la muerte de su
profeta en el 632, sus descendientes se imponen en todo Próximo Oriente, y solo
un siglo después tropas islamicas estaban luchando a las puertas de Europa. No
quiere decir que la religión en si fuera violenta, sino que pertenecía más bien
al carácter de la sociedad tribal árabe en la que las luchas entre clanes era
una forma de vida más en el árido desierto.
No hay comentarios:
Publicar un comentario