Pueden forzarte a decir cualquier cosa, pero no hay manera de que te lo hagan creer. Dentro de ti no pueden entrar nunca.

George Orwell






sábado, 29 de abril de 2017

FACISMITIS AGUDA


“Son pocos
son bobos
pero organizados.
Si no estamos al loro
ya te la han liao.

Defienden racismo, machismo,
violencia irracional,
orden, moralidad, raza, castidad,
obediencia ciega.

Hay que andar espabilao
no estamos equivocaos
¡que no vuelvan nunca más!

Machacar sin compasión
quien da primero da mejor.
¡Nazis nunca, nunca más!”

Reincidentes, ¡Nazis nunca más!

 


Una vieja enfermedad se está haciendo fuerte últimamente, aunque el virus a mutado el antídoto sigue siendo el mismo, la solidaridad. El caso mas mediático es el francés, Le Pen ha pasado a la segunda vuelta de las elecciones presidenciales. Me hace gracia como para los medios de comunicación era populista durante la campaña y ahora es el diablo ultraderechista, todo para beneficio de Macron convertido en el salvador de Europa. Pero es que ni en su sueño más húmedo, Macron ha imaginado una situación más favorable, toda la oposición servil a Europa y a sus pies frente a las hordas de la ultraderecha.

Es históricamente conocido que las clases pudientes y conservadoras, financiaron el movimiento fascista. Lo que pasa es que a los liberales italianos y alemanes  se les fue de las manos, por miedo al socialismo revolucionario se les coló Hitler y Mussolini. Es cierto que ahora la derecha de la UE tienen sujeto  al perro con correa extensible, en Francia los fascistas no pueden desenmascararse y ahora el diablo se viste de Prada. Mientras sus amos liberales se jactan de salvadores mientras nos despluman.

Pero en el reino de España, la cosa es diferente, los camisas azules estaban escondidos por el paraguas del PP, callados pero felices con el pacto del 78. Lo malo es que el régimen de la transición hace aguas y su partido nodriza se ahoga en la corrupción. El PP adopta algunos de sus discursos, pero me parece que su pitbull anda suelto por el parque. Además a diferencia de los fascismos europeos del siglo pasado, aquí fueron los vencedores, lo que les permite sacar sus camisas falangistas, lucir el yugo y las flechas o proclamar sus vivas a Franco con total impunidad.

Mientras tanto la izquierda, con lo nuestro, discutiendo haber quien la tiene más larga y esta gentuza se nos va echando encima. Y seamos claros, la solución no va a ser ni socialdemocracia descafeinada, ni partidos de centro corruptos y tampoco chaqueteros tipo PNV o Ciudadanos. Solo podemos vencer creando una alternativa real al capitalismo brutal y a sus mascotas fachas, y yo no la veo en España. Pero tengo la esperanza de que en Euskal Herria lo podamos hacer, construir un frente de izquierdas que pueda transformar la realidad.

Como dijera el presidente chileno Salvador Allende, nos vale aquello de ”La historia es nuestra y la hacen los pueblos”.

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