Pueden forzarte a decir cualquier cosa, pero no hay manera de que te lo hagan creer. Dentro de ti no pueden entrar nunca.

George Orwell






lunes, 20 de marzo de 2017

KATYUSHA MAITEA


¿Qué nos ha pasado, cuándo y dónde perdimos los sueños de libertad?,¿dónde quedaron las canciones, la poesía, la bandera roja del obrero?.Se nos perdió la pasión de la izquierda, pensar que la utopía es posible y luchar contra el mundo capitalista, ese monstruo que devora vidas, tierras y pueblos que ansían la libertad. En momentos más difíciles muchos hombres y mujeres entregaron lo mejor que tenían por un mundo más justo y en el camino hemos perdido esa ambición por la utopía.

Uno de esos símbolos que alimentaron corazones rotos fueron las viejas canciones de revolución, como la mítica y eterna canción de guerra soviética, Katyusha. Fue compuesta por Matvéi Blánter en 1938 con letra de Mijail Isakovski, es una letra hermosa y triste en la que un joven soldado recuerda a su amada. Un tema tan universal que lo adaptaron los partisanos italianos, y flipar, la División Azul la recogió en castellano, el eterno enemigo fascista.

Quisiera dedicar una ficticia carta de un soldado ruso a su Katyusha, que es el cariñoso apelativo de Caterina. Dedicó esta carta a todos aquellos camaradas revolucionarios, en especial a los miembros del  programa de historia la Biblioteca Perdida, gracias por hacernos soñar y sonreír tanto.


Stalingrado, 5 de enero de 1943

Querida Katyusha:

                Aquí sigo en el frente, solo pero esperanzado, parece que el invasor nazi recula por momentos y los camaradas piensan que pronto terminara esta batalla interminable y dejaremos este infierno de escombros en que se ha convertido la ciudad. No estoy al tanto de los avances de nuestras tropas de choque, como francotirador al mando del camarada Chuikov me paso el día agazapado entre restos, en silencio, con la sinfonía de la guerra alrededor, bombas, morteros y fusiles.

En esas largas jornadas tu recuerdo me fuerzas, mi querida Katyusha. Estoy tan solo en este frío intenso que he aprendido a salir de mi cuerpo, viajar con la mente a nuestros Urales, al día en que te vi aquel verano, cuando esos tus ojos verdes se cruzaron con los mios.Pensé que siempre estaríamos juntos, pero esta maldita guerra se interpuso y las balas facciosas amenazan nuestro reencuentro.

Pero no temas mi vida, la lucha por el socialismo requiere grandes esfuerzos y sacrificios, creo y lucho por nuestra patria, no temo a la muerte por caer en batalla sino porque me arrebataría tu recuerdo, me cuido del fuego enemigo por que la victoria sin ti no sería completa. Quiero volver a ti pero el destino es caprichoso, y si no vuelvo, no te apenes y continua adelante, la patria y el futuro socialista que anhelamos, requiere el compromiso y el trabajo de todos.

No obstante la sola oportunidad de volvernos a ver, me cubre en la batalla cual coraza impenetrable. Intento dar lo mejor de mí por la madre Rusia, pero sobre todo por ti, ansioso por que el destino page en el mañana lo que nos quitó en el pasado. El tiempo apremia y no sabría como explicar con palabras los sentimientos hacia ti.

Do svidaniya Katyusha

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